Memorias de un malabarista de recuerdos

Hay títulos de libros que me han gustado mucho por que ya el nombre dice mucho, cuenta una historia, por ejemplo:

Días de combate

Pregúntale al polvo

Farabeuf o crónica de un instante

Trópico de capricornio

El día de hoy estuve hablando con mi hermana, una plática llena de sabiduría. Escucharla me hizo darme cuenta y recordar cosas muy básicas, como son que los cambios, la maduración, el crecimiento es un tema de tiempo y paciencia, de ser compasivo con uno mismo y con los demás, en ese orden.

Estuvimos platicando de los tíos, los tíos conocidos únicamente por vagas referencias, por furtivos comentarios que escapaban de mis abuelos o mis tíos, nunca de nuestra madre. 

Nuestros queridos tíos que con su partida revelaron mucha información sobre la familia, sobre los secretos de la familia. Me doy cuenta que toda familia tiene sus secretos. 

Durante la plática con mi hermana el día de hoy me di cuenta que es hora de retomar el trabajo personal, tanto trabajo realizado cuándo?. Cuándo empezó?. Empezó por ahí del 2010 cuando conocí a Liz y que estaba yo tomando mi curso de Constelaciones. Sentía un miedo horrible cada que pasaba, sentía terror. No quería ir, tenía pesadillas antes de ir, ya sea que fuera yo el participante o que fuera yo el protagonista de la constelación, Entonces empecé a andar con Liz en 2010, en mayo de 2012 estaba yo empezando nuevamente con mi vida, a reconstruirla. A partir de ese momento, empezaron todos los cursos, las formaciones de gestalt y corporal. 

Me dio la necesidad de poner una pausa, de respirar, de asimilar. Ahora, estoy con mi terapia, tomando antidepresivos pero con una energía que me preocupa. Con un fastidio y un enojo muy adentro. Sin expresar lo que verdaderamente siento, no sabiendo como expresarlo.

Creo que mi trabajo personal mencionado, me sirvió mucho para poder sentir. Creo que sentía pero lo tenía muy bien sepultado el sentimiento. Me sirvió para poder conectar con el cuerpo, y he tratado de construir sobre eso. Poco a poco he dado mis pasos, familiarizandome con mis procesos y mis nuevos poderes. Por el otro lado, me ha despertado nuevas dinámicas como ansiedad, como descontrol y control impulsivo que me llevaron a la ansiedad y a todos los momentos que he retratado en éste blog. En algún momento pensé en borrar esos textos, los destructivos y catastróficos, no lo hice por que son parte de mí, de mi sombra y mis etapas. 

Ahora me siento en un nuevo momento, con muchas ganas de llorar mis historias, mis muertos y mis vivos. Llorar y que fluyan mis palabras calladas a través de mis lágrimas.

No sé cómo ni a donde recurrir para empezar este trabajo. Me da miedo pero lo haré. 

Hace un año mi terapeuta me dijo que el brazo roto fue un acting out buscando salir de la realidad que me cree yo mismo. Hace una semana me lastimé el pie y pude lastimarme la columna tratando de hacer mis malabares sin previa preparación ni entrenamiento. Reconozco en el fondo de mi, una intención de descalificarme de este sistema.

No estoy de acuerdo con descalificarme del sistema, pero necesito hacer una pausa y verme a mí mismo. Las cosas no van a acabar bien si no me escucho. 

Hay muchas cosas que aún me faltan trabajar, siento que no sé nada. Que estoy en ceros en mi corazón.