domingo, 27 de agosto de 2017

A mi tío Javier

El azote de las olas no vence el latido
aún el aire sea escaso y la voz se haya silenciado
la vida sigue palpitando, buscando abrir los ojos para poner los pies en este mundo
salir del mundo de las sirenas y los unicornios
de las imágenes del pasado y del mundo paralelo
una realidad que ya no tiene oportunidad de ser expresada
ni escuchada.

Mientras nosotros esperamos
como sentados en el filo de una guillotina, a que ese corazón se detenga
todos sin saber a donde correr, a donde ir
donde esconderse
nadie es capaz de meter la mano en tus entrañas
para saber que estás ahí aún
y dejar de asumirte muerto

Mi corazón es tu corazón pero mientras el tuyo sigue de forma increíble su camino de palabras y poesías
mi corazón cae por un barranco, golpe a golpe, pensamiento a pensamiento
lágrimas silenciosas emergen en forma de palabras distantes de esta realidad
el pensamiento es un martillo que tritura mi pecho
cuánto es capaz de aguantar el corazón?

Mis respiraciones son confusas y pesadas, cual si estuviera en la profundidad de un mar infernal
el dolor es una oruga que se expande, mariposa
revolotea por mi pecho, estómago, genitales y manos y pies
la cara se torna rígida y el ciclo comienza nuevamente

Y si yo fuera tú?, y si pudiera hacer algo más como abrir la boca para permitir que los viejos grandes hablen?
Si fuera capaz de ignorar los pesnamientos y permitir que las alas broten como las lágrimas que hace un rato escapaban de mi?, confusas y desahuciadas de este estuche de tormentas y remolinos
Y si tan solo alguien dijera lo nunca dicho?
Y si se pudiera romper con la gran estructura que me mantiene erguido?
Y si pudiera olvidar mi lenguaje, mis palabras para poder sencillamente ver a la vida a los ojos

Posiblemente ahí me encuentre a la muerte llena de vida

Que donde estes, con tu corazón palpitante y eterno, lleves tu sonrisa invisible, tu mirada y paciencia como un velo de elegancia y vida
Nos enterraste a todos, tú vivo en la muerte y nosotros, o al menos yo, muerto en vida

sábado, 26 de agosto de 2017

Relato de un sueño:

Llegaba yo a un pueblo que según yo conocía un poco. Un pueblo que me gustaba, algo así como Lagos de Moreno, me movía todo el tiempo en bici.
Había un evento que según era sólo de una tarde pero era como un tipo big brother con varios de mis amigos, esto duraría una semana. Me quedaba pero no tenía ganas, la mayor parte eran mis amigos pero el trato era algo distante. Según habían preparado todo para recibirnos a mucha gente pero yo me tenía que quedar, osea, nunca me preguntaron, fue más por cortesía que me quedé pero no había un fin claro. Era todo aburrido y sucio, no había comida y habían muchas carencias. Al final, decidía regresarme el sabado en la mañana. En total me habría quedado dos días.

Recuerdo que salí a dar una vuelta en bici y me encontraba con indigentes y con perros, uno que me pasó junto. No le veo mucho la hilación pero tuve ganas de transcribirlo.

Homenaje a la vida

02.05.2020 Ha nacido mi primer y no sé si único hijo. A mis cuarenta y un años de edad, me parece oportuno. Mi pareja de veintitres 1...