jueves, 7 de enero de 2010

El hombre depredador y la naturaleza

El hombre. Depredador insaciable, mercenario racionalizado y auto engañado, ser expuesto al cambio de visión según su exposición a nuevas fuentes de información, propia víctima de su ventaja principal ante el reino animal; el razonamiento. Ser de relatividades, subjetividades y portador del arma más efectiva de persuasión y engaño; el discurso y el mismo conocimiento de la conducta humana y desconocimiento de la individual.

Después de denostar o condenar la presencia depredadora del hombre en la tierra, podemos analizar de manera desapegada cuál es la inercia del hombre. Un ser que acaba con todos los recursos a su alcance, esto debido a su ignorancia, a que no conoce la necesidad, que no ha vivido la carestía entre otras causas. La abundancia que vive (“todo con el poder de tu firma”), oculta el daño a un sistema para satisfacer las expectativas. Expectativas que son manipuladas por el materialismo histórico del que formamos parte actualmente, entiéndase: el consumismo de cosas que no son necesarias para la supervivencia biológica, pero sí para la supervivencia de la identidad.

¿Quién o qué puso al hombre, ser con una virtud especial mal utilizada; en la tierra?, ¿Cuál es la razón de ser del hombre en la tierra?

No tenemos aún la capacidad para entender el funcionamiento de la naturaleza. Dejemos a Dios (en el contexto religioso estándar) en la banca por un rato; él no va a participar en esta discusión. Todas las características físicas de los seres vivos responden a una necesidad. Estamos hablando de colores, longitudes, órganos, piel, instinto incluso. Un perro que cubre sus desechos, un pez que reconoce su rapidez contra la del hombre y se da el lujo de permanecer estático a 10 cm de la mano humana, cortejos donde el ganador es el más fuerte con el fin de garantizar la supervivencia y continuidad (entiéndase evolución) sólo de los más aptos. Esta clase de hechos, son inexplicables en su génesis o en esa inteligencia que rige los cambios de adaptación, cómo un ser evoluciona. ¿Qué gobierna esos cambios?.

Transportando esa idea al contexto humano, visto como animal; la razón y los contextos de convivencia humana forman parte también de un proceso evolutivo. Me aventuro a citar un audio de un documental que proponía que la amistad y el amor eran las herramientas evolutivas más fuertes del hombre, pues la manada es indispensable para la supervivencia y las conductas antisociales son causantes de dinámicas depresivas por lo mismo.

Ahora, con este contexto animal y evolutivo, podemos incluir al hombre al escenario de ese ambiente plantetario y como ecosistema. Sin embargo, el hombre es depredador por lo que ahora vuelvo a la pregunta: ¿Cuál es la razón de ser del hombre?.

El mensaje que nos manda la naturaleza, es el siguiente: Aprendo con el tiempo que la vida es amenazada, haré y desarrollaré todo lo necesario para asegurar la supervivencia de la vida, en cualquiera de sus expresiones.

No hace sentido entonces la presencia del hombre.

Sin embargo, vale mucho la pena echar un vistazo a la historia del planeta antes de la aparición del hombre. De manera resumida, estamos hablando de millones de años en los que la vida se ha desarrollado en el planeta hasta estados óptimos, sin embargo, condiciones no biológicas tales como ajustes en el planeta, eventos a nivel planetario han ocasionado catástrofes que amenazaron con la extinción de la vida en el planeta. De todos estos eventos, pocos sobrevivieron, mismos que con la inercia de la naturaleza, fueron evolucionando con sus distintas variantes según las condiciones y necesidades de adaptación. Hasta llegar a tener una flora y fauna de alta diversidad. Nuevamente los eventos catastróficos, se repitieron varias veces extinguiendo especies de las cuales ahora quedan familiares lejanos. La naturaleza evidentemente creo herramientas para proteger a las especies entre sí o de condiciones ambientales controladas. Ahora, la naturaleza ha descubierto que no hay quien proteja a la vida de los eventos externos o globales del planeta, mismos que pueden muy probablemente; extinguir la vida de manera definitiva.

Es ahí donde podemos deducir la inteligencia en la naturaleza al iniciar la gestación de un ser vivo nuevo, con una capacidad muy especial. La de estructurar, procesar, categorizar y modelar datos de manera abstracta y concreta. El hombre como ser vivo que proteja la vida en el planeta de futuras inestabilidades globales o inter planetarias.

La depredación que vivimos ahora, es un hecho inevitable, algo que tiene que pasar, que tenemos que vivir para entender. Una vez que el hombre toque fondo, verá su unidad con la naturaleza y entenderá que todos somos uno. En ese momento, sino es que antes según los fenómenos externos, el hombre hará su tarea en el planeta ingeniando soluciones ante amenazas externas o globales y viviendo como un ser más, no como “el ser”.

Es la etapa histórica del hombre, poseído por la ignorancia. En un nivel de madurez, acorde a lo vivido. Así es, así toca que suceda en este momento. Es nuestro turno de entenderlo y por lo mismo, dejar pasar el resentimiento, aprender a cuidarnos y manejar a esos zombies y aprovechar los muchos medios y contenidos para transmitir el mensaje que no tiene que ser entendido hasta que la catástrofe llegue. Nos toca aprender de la naturaleza, buscar y entender todos los apoyos que nos da. Ver los signos y dar pie a la verdadera razón, la conciencia global y sistémica que nos integra con la naturaleza, con la energía que rige la supervivencia, la vida.

1 comentario:

  1. Sinceramente, deberías ver más documentales de animales y sobre la Naturaleza. Estás muy equivocado, el hombre es parte de la Naturaleza, no su guardían y no es ni mucho menos el elemento más destructivo de la misma. Documentate y analiza los hechos sin el lastre de "lo politicamente correcto". El hombre como muchos otros seres es un depredador y como tal hemos llegado hasta aquí, cambiar nuestra naturaleza sería condenarnos a la extinción, no al contrario. Asume lo que somos y mira adelante.

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