domingo, 20 de septiembre de 2009

Breve obra de teatro

Participantes:

- Pedote malacopa

- Mesero gandalla

- Valet pendejo

- Cocinero cochino

- Cliente mamón

- Mosca inprudente

Continuará....

jueves, 17 de septiembre de 2009

Crónica roja 1

- Apúrale pendejo!..., ¿qué hizo ese guey?, ¿qué hizo?, ¡no mames!

Cervantes permanecía frente al aparador del OXXO de Ciudad Judicial, congelado; viendo como la sangre empezaba a salir a la calle, un caudal sencillo pero con un avance seguro.

- Me entrego
- Corro

Todavía alcanzó a ver al mopet y al huevo en las bicicletas.

Una vez en la casa del mopet.

- ¡Qué te pasó pendejo!, solo era chingarnos la lana!, ¡estas pendejo....., largate cabrón, ¡no tenías por que picarla!

El mopet tiró una patada a Cervantes mientras le gritaba de leperadas. Cervantes fue sometido con las patadas del huevo y del mopet y acabó tirado fuera de la casa. Mopet y huevo comentaron algo entre ellos. Vio como se acercaban y lo empezaron a golpear fuertemente en todo el cuerpo, patadas, puñetazos. Lo cargaron y lo arrojaron a un terreno baldío.

-Dices algo de nosotros y te mato con mis propias manos cabron

Abrió los ojos por el dolor de cuerpo y un olor putrefacto. El sol le daba en la cara. Se levantó, vió a 3 metros un perro lleno de moscas.

Despertó arqueandose de inmediato para vomitar junto a la cama.

- Su puta madre..., ¿qué hice?

El sueño recurrente, la manifestacion del recuerdo regresandolo a ese lugar y acción. Respiraciones agitadas y culpa frenética, paranoia omnipresente. La imagen de una mirada semiapagada y una marea de sangre, análoga al mar, a un mar trágico e infernal.

Una imagen: la mirada semiapagada que se desvía poco a poco al piso conforme la mujer va perdiendo el conocimiento.

- Me entrego
- Olvido

Se asomó por la ventana, habían pasado 5 días. El caso había salido en las noticias. Una noticia roja, nada más.

"Sangriento asalto a Oxxo de Ciudad Judicial deja una mujer muerta y un hombre herido".

Salió a la tienda, pidió unos camel.

- ¿Cómo viste lo que le hicieron a la pobre muchacha; esa del asalto, Chema?
- ....
- Dicen que la picaron como veinte veces...., malditos enfermos, eso son; enfermos
- ....
- Hasta se ve la sangre en el estacionamiento..., una manchota...

Cervantes tomó los cigarros y salió a paso rápido de la tienda. Prendió un cigarro mientras caminaba.

- Maldito perro, más enfermo está él, bastardo de su puta madre.

La rabia lo dominó. El relato público, la nota roja oral de los habitantes hacía visible y evidentes hechos y datos que lo confirmaban como un asesino cruel e inhumano. Incomprensible su acción ante sus ojos.

- ¡Que me des el dinero pendeja!
- Sí, sí
- ¡Que te apures, chingao!
- Guey, creo que viene una patrulla
- ¡Tu puta madre!, ¿nos quieres chingar?, ¿nos quieres chingar?
...
- ¡Corre!, ¡corre pendejo!

Cervantes corre y cae al piso.
Alza la mirada y visualiza a la intendente del oxxo en la entrada del super, de pie, temblando de manera enferma y dándole la espalda. Una línea de sangre se va dibujando por su pierna, como el trazo torpe de un niño.

Cervantes se desborda de horror. Patalea patinando hacia atrás, tirado.

- ¡Estaba muerta, estaba muerta, estaba muerta, estaba muerta!

Se empieza a oir un grito de mujer a lo lejos. El volumen se va volviendo cada vez más intenso, llegando a lo insoportable.

- No puedo, no puedo...

La intensidad del grito sigue incrementando mientras la mujer tiene ya un charco y permanece temblando de pie.

- ¡Nooooooo!

Cervantes brincó de su cama nuevamente. Yacía de pie respirando incontrolablemente. Los ojos desorbitados y poseídos, su expresión facial, la de un condenado al tormento sicológico, la mirada de un loco perseguido por sus fantasmas. Sus manos crispadas y pegadas al cuerpo. Había mojado la cama.

Tras un par de segundos, seguía oyendo el grito y tenía en sus ojos la imagen de la mujer.

Mirando al techo. Sus labios apretados emitían un leve gemido de dolor mientras las lágrimas escurrían por su rostro.

- Me entrego
- Me suicido

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Serenidad y paciencia

Serenidad y paciencia....

Primera regla de convivencia en la villa (mi casa).

Ardilla (en su versión roomie), fue la aportadora de esta frase que al mismo tiempo tomó del buen Kaliman.

"Serenidad y paciencia mi querido Solín, mucha paciencia..."

El otro día mientras desayunabamos ardilla y yo, completamos la frase:

"Serenidad y paciencia y hacer algo..., pero ya!"

El "hacer ya", sin pensar en el contexto del descontrol y del todo o nada, ha rendido frutos interesantes.

En un curso de presentaciones efectivas me di cuenta que soy sumamente tímido. Tal cual. Lo reconozco, Sras y Sres, soy tímido por formación, reservado y solitario....., un ermitaño si fuera posible y con probables y crecientes tendencias autistas....

Sin embargo, me queda claro que no es lo que mi naturaleza manda. La bestia grita desde el fondo y dice: Manada.

Pero no manada de participación en el grito unísono de goooool, sino manada de: "dame tu mundo.., dejame ver un poco de tu mundo y entenderte más.."

Comentaba en ese curso que ciertamente me di cuenta que era tímido cuando tenía mi vida y sistema controlado. No hacer nada que saliera del control o conocimiento de ese sistema. Sin embargo, eso me llevó al tedio y a la muerte literalmente, la monotonía y la sumisión. En ese momento (en la prepa) apelé al suicidio filosófico. Dejar todo y partir cerrando los ojos. Como diría Jodorowsky: "Qué haces cuando llegas a la punta del mástil?, das un paso en el vacío". Y literalmente muero a cada acción nueva, el corazón se agita y quiere estallar, vivo en el tabú, en lo malo según mi anterior concepto moral... y lo disfruto mucho.

Tomo una frase de la ardilla de "Cuando Alice se subió a la mesa":

... El suelo desapareció debajo de mi. Caí más allá de la mesa.La sala se abrió al vacío.La caída terminó, pero no en aterrizaje. Acabó cuando comprendí que:la sensación de espacio era una ilusión,que no había ningún espacio, y por lo tanto, no había caída...

Cuando Alice se subió a la mesa, Jonathan Lethem

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Salida de Puebla, Puebla: 0:00 a.m.


Llegada a Can cún, QR: 17:00 hrs.




Auto: Jetta 2.0 Litros


Acompañante: Madre con un repuesto de conversación ininterrumpilble para 7 días sin parar




Meta: Llegar a ver a mi hermana




Al terminar el viaje, bajé del auto en calidad de zombie. Sin risa y con mirada autómata. Más animal que humano, hambriento y con sueño.




Tomé una siesta.




Horas después de establecerme, los abrazos, baño y demás me quedé de ver con dos amigos, uno que ya estaba casado y otro que nadie sabe bien qué pasa por su cabeza. Después de una botella de tequila, dos taxis, de perderme en un faccionamiento, finalmente llegué a pasar la noche y dormir finalmente.

Actualizaciones

Me he seguido observando, aplicando los ejercicios del cuarto camino. Dentro de mis observaciones, he encontrado patrones de comportamiento:...