domingo, 12 de mayo de 2019

Si ponemos atención a los deseos, veremos que no son más que delirios

Ultimamente he estado muy presionado, por temas de trabajo: tengo varios proyectos corriendo, una certificación gerencial que es requisito para mi crecimiento y los temas corrientes de mi equipo. Temas de familia: mi hermana que amo y adoro vino por un mes y la he visto un poco pero me hubiera gustado verla más, junto con mi madre. Estar juntos como hace tiempo, como cuando era más chico. Me aterroriza pensar que no estaremos juntos en el futuro, que éste momento se va y nunca volverá a ser. Temas con mi pareja: Sentir que estoy entre mi pareja y mi famlia, entiendase mi mamá y mi hermana. Sentir que tengo un compromiso con una y con otras y que no estoy al final con ninguna. Todo ésto me ha hecho la vida difícil, nostálgica y triste. Me hace sentir fuera de ésta realidad para estar en una realidad en mi cabeza bastante desoladora y desgastante. 

Pienso que lo mejor sería no estar en mi trabajo, en ese ambiente con tanta adversidad y tensión. Pienso mejor no estar con mi novia tanto tiempo o incluso no estar con ella para dedicar más tiempo a mi madre y hermana, viajar con ellas o algo así. Ahora que enuncio ésto, veo que al menos en sentido familiar estaría cometiendo algo muy extraño, sería un niño donde decido no individualizarme, sigo dependiente y perteneciente a un nucleo que, siempre estará ahí, cuando coincidamos. Pero también creo que es el momento de crecer y expander mi círculo con nuevos miembros de mi familia. Mi novia creo que es alguien excepcional, una maravillosa mujer madura e inteligente a la cual tengo el honor de acompañar y la cual tiene la convicción total de acompañarme. 
Respecto a mi trabajo, creo que estoy en los retos y acciones que me tocan abordar ahora. Tengo que lograr un gran balance armónico de acción y paz, mas no estrés y parálisis. Eso es lo que pasa, entro en un estrés y desesperación que me detienen y me llevan a actuar de manera poco consistente - rentable. 

Me llama la atención el delirio de mis deseos, a los cuales; si rasco un poco más allá de la superficie, veo que son acciones de retroceso, esto es, no madurar. Por ejemplo, enfocarme sólo en mi familia directa implica reducir mi familia y mi grupo de influencia sólo a mi familia biológica, dependiendo de ellos, dejando de ser incluso yo mismo con el fin de buscar su aceptación, a lo cual creo que les estoy haciendo un gran daño al darles una carga. 
Respecto a mi novia, creo que tengo que verla bien, estar con ella bien. Escucharla y sentirla, conectarme con ella bien. Tener nuestro canal de comunicación nutrido y vivo. 
Buscar también vivir de manera que exploremos éste mundo a cada minuto, siempre saliendo a lo nuevo.
Respecto al trabajo, mi deseo de salir del trabajo, siempre lo he tenido, salir de la escuela, prepa, universidad, otros. Parece que más lo que busco es salir de la responsabilidad y el compromiso. Sin embargo, acá estoy más con mucha insatisfacción y estrés. Será posible poder vivir en la responsabilidad y compromiso en un mundo interno de mayor disfrute y relajación?. 
Debería de ser!!, de qué depende que sea así?, de la conciencia totalmente?.

Mi reflexión, tomando como base la frase de Claudio Naranjo y que es el título de éste texto de hoy, es que realmente vivo en un autoengaño pensando con ilusión en un mundo mejor. En que renunciando llegaré a un mundo mejor, más cómodo y mejor, sin embargo, hasta la fecha no ha sido así. Por lo tanto dudo mucho de mis deseos y aspiraciones, ya que éstas vienen de un lado que me implica menos responsabilidad, compromiso y por lo tanto, crecimiento y plenitud. 
Sin embargo, sigo titubeante respecto a cómo lograr la ecuanimidad interior en su totalidad. 

Actualizaciones

Me he seguido observando, aplicando los ejercicios del cuarto camino. Dentro de mis observaciones, he encontrado patrones de comportamiento:...