jueves, 25 de abril de 2024

Actualizaciones

Me he seguido observando, aplicando los ejercicios del cuarto camino. Dentro de mis observaciones, he encontrado patrones de comportamiento:

1. Un mindset negativo en general

2. Una sensación de cansancio continuo

3. Pensamientos de grandiosidad ante buenos resultados

4. El miedo me castra, me vuelve sumiso y supersticioso

5. Los procesos de miedo intenso, me inmovilizan

6. El referente externo es vital para salir adelante, es difícil que me levante por mi mismo o si lo puedo hacer, puedo caer igualmente por mis propios pensamientos. Independientemente de esto, tomo referencias externas, para validar mis acciones. Esto deriva en no confiar en mis propios pasos, en mi capacidad. Necesito saber que alguien más lo pudo hacer. 

Creo que mucho de lo que me pasa, es muy general, le pasa a muchas personas pero es importante que me de cuenta. 

Me he dado cuenta que también me he sentido mal porque no he sido yo mismo. Es un terreno totalmente nuevo, donde no sé si tengo que hacer algo distinto o vivirlo de forma distinta sea suficiente para fluir. Lo tendré que vivir. 

Otra cosa es que puedo pensar muchas cosas y decidir pero tengo que confiar más en mis sensaciones, primeramente estar descansado para proceder a sentir, durante éstos días que estaba yendo a hacer cosas que no quería, me desbordé en enojo, contra mí y por lo mismo, lo empecé a proyectar hacia afuera. Qué desgaste pero tengo que aprender cómo funciono en mi automatismo, evidentemente no pretendo que las cosas sucedan de una forma negativa.  

La conclusión es que tengo que escucharme, seguir manteniéndome como prioridad. Más allá de egoísmos, tengo que cuidar de mi mismo, estuve bajo mucho riesgo recientemente y a manos de mi mismo. Me excedí mucho. No puedo vivir en esos regímenes de alta intensidad negativa. 





 





miércoles, 24 de abril de 2024

Ecos casuales

El día de hoy fui con mi terapeuta. Le plantee que contemplaba si era necesario tomar antidepresivos, me sentía cada vez más saturado. 

Me estaba sintiendo muy cansado, me levanto demasiado temprano y ha sido muy pesado porque me siento muy cansado. El cansancio me tiene rebasado, es verdaderamente infernal. Por lo tanto, lo he pasado muy mal.

Llegamos a un dialogo muy interesante donde me doy cuenta que llevo más de 10 años de terapia, empezando con Angeles por ahí del 2011 cuando terminamos Liz y yo. Y de ahí por las formaciones y eso, no he parado, han sido crisis y movimiento bien fuertes, dentro de ellos, el tener la facultad de dejarme sentir mis emociones, cosa que antes no me permitía. 

Sin embargo, después de tanto tiempo, me siento en más zozobra. Entiendo que estoy sin trabajo, en una indigencia por llamarlo de alguna manera, estoy trabajando mucho mi sentir, mi vulnerabilidad, mi sensación de niño abandonado. Estoy practicando la observación de mis hábitos, voy avanzando pero el proceso se ha vuelto insoportable. 

Ante esto, Pedro me cuestionó el porqué quería cambiar, si yo así era. Y creo que tiene algo de razón, he tratado de luchar conmigo, he peleado mucho ya. Conmigo, que es inconcebible.

Tengo que reconocer quién soy, que soy extraterrestre o un loco y amarme y aceptarme así. Ya ha sido mucho de querer cambiar, de ser como me piden o como creo que me debo comportar. Ya es suficiente. Me tengo que aceptar como soy, y permitirme equivocarme, desde mi entendimiento de equivocación.

Dejar divertirme, dejarme ser. 

Ser con mi tristeza en el fondo de mi corazón
Ser mi cansancio y permitirme descansar
Ser yo, sin cargar a nadie
Ser yo, sin cuidar a nadie
Ser yo, reír o llorar sin preocuparme por consternar a los otros
Hablar como me sienta sin hacerme El Fuerte, sin fingir ser el gran líder. Ser yo
Mandar a la mierda a los trabajos donde se me está evaluando hacer lo que se me pide y no lo que la organización necesita
Confiar en el mundo

Mañana voy a continuar con esto pero ya basta en general con quererme cambiar, y quiero seguir con ser yo mismo. No se trata de alienarme de la sociedad o del mundo, pero ser yo. Demandó ser yo, demando darle calma a mi corazón, a mi mundo y niño interior. 

Insisto, ha sido una verdadera chinga, un infierno indecible. 














jueves, 11 de abril de 2024

Reconociéndome en las cenizas

 He hecho un trabajo terapéutico de verdad muy intenso. 

Mi vida se ha volcado en una incertidumbre debido a que perdí mi trabajo. Lo buscaba, no soportaba estar ahí, sin embargo, no lo viví como lo esperaba, me dio una ansiedad horrible.

Esta ansiedad, va y viene y no solo es con el tema de no tener trabajo, es con el tema de estar ansioso de algo, preocupado a futuro, el agua, cambio climático, qué va a ser de mi hermana, de mi mamá, sus dolores y sus ansiedades también. Dentro de esto, mi hijo, me preocupa si lo estoy educando bien. Entro en dinámicas despiadadas de culpa, desesperanza y congelamiento. 

En todo esto, me he dado cuenta que en las mañanas es cuando mi ansiedad es más intensa, durante la tarde y noche, me puedo llegar a relajar. En terapia con Pedro, me he dado cuenta que detrás de la ansiedad, se encuentra un miedo muy fuerte, una indigencia, una vulnerabilidad. Me siento como un niño abandonado, desesperado, expuesto a la muerte, mía en el mejor caso pero en el peor es a la muerte o sufrimiento de un ser querido. El sentirme responsable del sufrimiento o muerte de un ser querido, condiciona totalmente mis acciones a evitar esto. 

Cargo mucha energía, el cansancio me ha devastado, mi mente y emociones me han consumido. No queda nada de mí a medio día, al final del día. No tengo energías, el pensamiento compulsivo y las emociones de ansiedad me han drenado. 

Pero no me doy por vencido, sigo buscando, buscando una respuesta, entender y vivir. Hay una versión de mí fatalista, cansada que me dice que ya deje de luchar, ya ha sido mucho tiempo, muy desgastante, mucha culpa, mucha ansiedad, mucha catástrofe a futuro, mucho daño alrededor por mis fantasmas. Cuando escucho a esta voz, pienso en poner fin a esto. Pero pienso que no tengo derecho de dar un sufrimiento tan horrible a mi familia. No quiero ahondar en esto porque es algo que me hace mucho daño pensar. 

Lo que me quiero enfocar, es en ver qué hay en esta desesperanza. Siento que la raíz de todo esto radica en mi miedo, esa energía desesperante que se anida en mi pecho y sube hasta mi garganta. Me lleva a una sensación de o miedo o tristeza. No sé si es miedo de sentir ésta tristeza, como un dolor atravesado que no quiero tocar, pero lo siento en el pecho. Pero sí puedo reconocer una tristeza, un dolor, una pena que vengo cargando desde hace mucho tiempo. Un dolor que no puedo dejar de sentir, y lo he adormecido ya durante mucho tiempo y de muchas maneras, con alcohol, con sexo, drogas, con sueño incluso. Ese dolor no reconocido me baja mi energía porque tengo que subsistir de alguna manera y las maneras de subsistir me han consumido (ansiedad, preocupación, tristeza), todo me lo trago. Lo aniquilo con trabajo, con los medios que mencioné anteriormente. Es por eso que en momentos siento que ya no puedo.

Sin embargo, y con todo el dolor y el miedo, no me queda otra que asomarme al abismo, reconocerme. Y no sé qué hacer mas que reconocer. Reconocer el dolor y la tristeza tan grandes, no es miedo, es horror. No es tristeza, es muerte. 

No aspiro en la vida a tener o a cosas materiales, solo aspiro a poder ver esto que me mata lentamente y si me mata en un instante por mirarle  los ojos, pues qué mejor manera de morir, que en un encuentro con uno mismo. 

Necesito desglosar un poco más esto que siento. No sé a qué se refiere, pero es una tristeza que sabe a desesperación, a prisa, a estrés en momentos. Me sabe a cansancio. 

Creo que mi misión, más que resolver temas externos, es ver este tema interno. Mi corazón, ese dolor. Desde hace tiempo despierto cansado, con tristeza, con ganas de vomitar. Totalmente desenergizado. 

No tengo ganas de socializar, siento todo tan retórico, tan narrativa, además que al poco tiempo me siento agobiado y cansado de sostener procesos. Totalmente debilitado. 

Por ahora, algo que estoy haciendo es darme unos descansos durante el día. De otra forma, sale el yo fatalista y me destruye, permito que me destruya. Acabo muy triste y decepcionado, envuelto en juicios, tratando de sostener interacciones mientras por dentro estoy deshecho.

Pedro, mi terapeuta me dijo, te has muerto en la raya?, ya diste todo de ti en ésta búsqueda?, creo que no. Aún esquivo el dolor, entro en quejas, etc. Hay un dolor muy fuerte ahí metido, me da los buenos días diariamente y sostenerlo me drena la energía del día a día. Vivo el resto del día, por milagro. 

Vivo el resto del día de manera automática. Pero insisto, qué es ésta sensación?, éste dolor?, este sentirme niño que me van a aniquilar, siento que me va a erradicar ésta sensación.








domingo, 11 de febrero de 2024

Piezas en el vacío

Biking around the city was fun and liberating for me, as well.  I do not visit cities often.  My heart is a little tender for all of the hunger I see in the streets.  The prostitution, the people on drugs, the crazy people screaming at demons...my heart aches when I see this and I want to help.  So many people are haunted by ghosts!  I was able to see the beauty in this.

Actualizaciones

Me he seguido observando, aplicando los ejercicios del cuarto camino. Dentro de mis observaciones, he encontrado patrones de comportamiento:...