1. Mi paz interior
2. Desarrollar mi misión, creatividad y desarrollo, mi filosofía personal, mi espiritualidad
3. Estar y vivir mi familia de forma sana
4. Contribuir a mi entorno de forma positiva
Más allá del bien y del mal, hay otro nivel de conciencia. Nos daremos cuenta cuando estemos ahí.
1. Mi paz interior
2. Desarrollar mi misión, creatividad y desarrollo, mi filosofía personal, mi espiritualidad
3. Estar y vivir mi familia de forma sana
4. Contribuir a mi entorno de forma positiva
Ese día se había levantado tranquilo, descansado, listo para empezar a construir su futuro. La tirada era empezar a mover su perfil de LinkedIn y seleccionar sus textos para su fanzine.
Esa conciencia de trabajo, de empezar a dar pasos, le dio una calma. Supo que todo estaba bien, que el camino que estaba tomando era el correcto.
Dejó a su hijo en la escuela, bastante contento y posteriormente se fue a nadar. Nadó y empezó a sentir algo extraño. Empezó a sentir el aleteo de su mente y dado el trabajo que había hecho, empezó a notar algo en su cuerpo. Tristeza. Una vez que terminó de nadar y se bañó, proccedió a caminar un rato por los campos de futbol. Tuvo un momento de oración, empezó a cuestionar cómo iba a ser exitoso su emprendimiento de consultoría; poco a poco se empezó a dar cuenta que su mente estaba tratando de lidiar con la tristeza a través de ideas de control terrenal y hasta con la religión. Eso le había pasado antes y sabía a dónde iba eso. Tomó rumbo a casa de su mamá, pero se sentía cansado para conversaciones largas, aún así, platicó con su mamá un buen rato y la notó extraña como preocupada o triste. Cosa que había vivido muchas veces y lo desencajaban llevándolo a la preocupación, a cargar cosas que no eran suyas.
Fue a tomar una siesta, notó ansiedad en su cuerpo, sus manos y sus plantas de sus pies quemaban. Era un signo muy tangible.
Como un personaje que se evita, se dio cuenta que su personaje maldito se había hecho presente en su cuerpo. Como un mal viaje, ahora lo vivía muy tangiblemente. No era una idea, era una sensación en su cuerpo. Pensó en ir con un psiquiatra, en tomar algo para relajarse.
Tomó camino a la escuela de su hijo para recogerlo y en el camino, en vez de escuchar un audio sobre frustración que le había recomendado su hermana, apagó el radio y se enfocó en la sensación de su cuerpo, en sentir, sentir, sentir. Sentía que su cuerpo se apretaba como si fuera a pelear, su cara se apretaba, como si fuera a enfrentar a alguien, a sí mismo. Cuando llegó por su hijo, se sintió muy contento y relajado, el resto del día transcurrió de manera tranquila.
Estaba viviendo al día. No había otro camino por ahora.
Durante la sesión de cuarto camino, Álvaro preguntó si habían hecho la tarea, que consistía en comer invertido con las manos, invertir las tareas de las manos.
Pasaron dos semanas, en una de las cuales se recordó la tarea, no la había hecho.
Era muy consciente que el trabajo era todo el tiempo, que el trabajo personal, de conciencia no tiene pausa. Es un estilo de vida, como respirar correctamente, o tomar posturas cómodas o pensar de manera asertiva o efectiva. Entonces cúál es la razón por la que no ha hecho su tarea?. Se frustraba, se enojaba por no haber hecho nada. No aspiraba a madurar, a crecer?, entonces porqué lo había dejado.
Comentó todo esto en la sesión de cuarto camino. Cuando lo comentó, Álvaro dijo que es un tema de paciencia, de calma y de un paso a paso. Ahí se dio cuenta que el tema importante, no era que no había hecho la tarea, sino como reacccionaba a su falibilidad, a su falta de efectividad. Reaccionaba ccon una autocrítica dura, generando un sentimiento negativo. Se daba cuenta que más que ayudarse, se afectaba y se quedaba ccon un auto concepto de fracaso, no poder, falta de voluntad. Que puede o no ser cierto pero no sumaba. Observaba y apuntaba esto. Por ahora solo observaba y veía un cierto dejo de “no lo hago por que no es tan relevante o porque al rato voy a observarme en todo momento”, pero no era cierto. Le ganaba la normalidad, una preferencia a la normalidad, un deseo de no mover la comodidad. De asumir que ya sabía lo que pasaba hasta cierto punto. Hacía falta determinación paciente. Sin esperar resultados, pero empezar a hacer, una lucha contra el seguir igual.
Desconocía porqué chingaos le caía tan mal su suegra, bueno; sí sabía. Era por la sencilla razón de que era igual que él. Ella también vivía inmovilizada. No por sus creencias, sino por su tiranía hacia sí misma, una mezcla de crueldad que ejercía contra ella misma al castigarse evitando hacer lo que realmente desea, como si se dijera “quédate ahí, no te muevas que puede salir mal, algo muy malo puede pasar”. Como si fuera responsable de la paz del ambiente, como si la obediencia y la inmovilidad mantuvieran el equilibrio del entorno.
La señora se privaba la oportunidad de abandonar a su amargado esposo (sic), porque él no iba a ser capaz de sobrevivir. Estaba ella en edad de pensionarse, pero no lo hacía porque: qué iba a hacer con tanto tiempo libre?. Viajar?, para qué si ya había visto los videos de Luisito Comunica. No, ya no tenía sentido, para qué si eso de caminar era muy cansado, los restaurantes tenían tan mala comida y qué iba a comer su esposo si ella se iba.
Paso madre carnal, neta que la señora me molesta mucho. Es una sensación insoportable a nivel mundial. Te puedo decir que nadie me ha caído tan mal en mi vida. Jamás, cabrón, te hablo con verdad. Es algo indescriptible y desafortunadamente, más allá de lo que me imaginaba, no lo puedo disimular. Lo reconozco, la señora me es insoportable hasta la exasperación.
Pero tristemente reconozco que soy como ella, aún estoy tratando de descubrir a más detalle, es una verdadera mamada decir que porque somos iguales. Sólo falta decir que lo que me choca me checa y que realmente la quiero mucho, etc. Pero sí sé que veo en ella algo que me fastidia de mí. Siento que es como el no poder ser niño, no poder disfrutar, no poder soltar. Soltar qué?, una falsa seguridad. Como de “no le muevas nada, así estás bien, que alguien llegue a decidir por mí, mientras tanto me voy a quejar”. Pero el tiempo pasa y nadie decide o si lo deciden, no es lo que realmente queremos y al final nace un resentimiento con el exterior por haber tomado tan malas decisiones sobre mí y llevarme a un puerto estéril. Eso me resonaba, como si a un llanto le diera palabras, me movía y me hacía hablar al aire, algo así como un cómo acabé aquí?, yo, que quería estudiar medicina y acabé en ingeniería trabajando de godín por más de 20 años. Yo que quería viajar por el mundo, me quedé en la jaula de oro de una empresa. He hecho todo lo bueno que tocaba, lo que me dijeron que tocaba hacer.
Nunca seguí mi corazón, siempre pedí la autorización de alguien. Como que alguien sea responsable si yo me equivoco. Al final, un gran resentimiento y una espera de: alguien decida de una buena vez qué sigue.
Ahora estoy en una encrucijada en mi vida, no sé qué hacer, no sé decidir. Siento como que necesito un jefe que me respalde. Pero la fórmula ya no me sirve. Ya vi mi talón de Aquiles, me gustaría en este momento ser menos consiente y solo odiar a mi suegra. Ahora me cae mal pero también me cae mal ese aspecto de mí. Qué paradójico. Desagradable y paradójico, porque cuando la veo, recuerdo y siento compasión por ella porque sé que está en un bucle y que sufre y en el fondo anhela ser libre. Cómo ves?, estos pinches chanchullos mentales están de la mismísima mierda. Ser consciente, intentar por aquí, por allá y dices, lo voy a intentar. Cuando ves, ya pasaron 15 años y dices, qué pedo?, sigo igual, jajajaja. Obviamente no sigo igual, he crecido mucho, al menos soy consciente, al menos tenemos salud diría mi primo. Qué dices al respecto?, ofrece en sacrificio tu esfuerzo o lo que sea que eso signifique?. No queda más que ser compasivo con ella (mi suegra) y conmigo como diría Juanga, y lo que me desespera es que muy probablemente la solución, (la de ser libre), sea bien fácil chingao. Temo que cuando llegue a viejo, diga: Ahhh, que la chingada, eso era. Tan fácil, qué pendejo y yo, haciendo mil mamadas y cuestionándome durísimo a lo largo del tiempo el porqué no tengo resultados. Ah que la chingada, si renazco, ojalá no salga con este reto nuevamente porque así me la voy a pasar toda la eternidad.
Terminó de plasmar sus ideas y después de leer, tomo conciencia que eran tan esclavo de tantos sistemas y estructuras. Se dio cuenta que ya no le era fácil vivir en ese medio, a veces preferiría la muerte. A veces coqueteaba con esos pensamientos suicidas, le seducían. Fantaseaba y disfrutaba la idea de que todo terminara, pero al otro día lo olvidaba porque la ansiedad lo hacía imaginar a sus seres queridos llorando ante su cuerpo frío o imaginando que renacía en una guerra o como un cerdo a punto de ser castrado en una granja y todo por chillón y no entrarle en buscar resolver sus pedos en su vida actual, qué tal si salía peor.
Había otra opción, que era intentar vivir para él y morir en el intento, contrario al suicidio simple, que era lo que contemplaba en el párrafo anterior, o seguir viviendo sin decidir él mismo, como estar en una empresa y pensionarse de viejo. En el párrafo anterior era un suicidio con un poco de despecho, como diciendo, no mames, ahí les dejó su desmadre, resuelvan sus acertijos, saludos cordiales. La otra opción era, entrarle a algo que no sabía pero recordaba, y cuando recordaba, le llegaban imágenes como de querer estudiar medicina, de cuando estudió por un semestre antropología social, o cuando estudió un semestre filosofía. Cuando se iba a la sierra norte él solo a vagar. Cuando sentía que no influían sus acciones en la felicidad el otro, o al menos eso creía. Cuando seguía su corazón, se sentía un rebelde y se sentía uno con el viento, con la lluvia, con la tierra y con la mirada del otro.
Sin embargo, regresaba como en las serpientes y escaleras, caía por la serpiente donde encontraba al tribilín viviendo entre la basura que venía del tribilin que estaba más arriba de huevon todo el tiempo. Se desesperaba por la inercia, por la monótona rutina de hacer su trabajo. Que pinche paradoja, no tan gacha como la anterior: salió de su monótono y absurdo trabajo para vivir su vida como su monótono y absurdo trabajo.
Sólo deseaba terminar de leer sus pinches libros, por Dios!!, para empezar. No era mucho pedir, con eso de los libros era un razonable avance pero al otro día tenía que ser esposo, padre, bajarse la ansiedad, callar su mente ante las preguntas de güey, aún no tienes un ingreso, qué pedo, para cuándo?. Tenía que ser el padre que no tuvo cuando niño, porque no quería abandonar a su hijo como a él lo abandonaron. Ser buen esposo porque no tenía porqué ser cruel con alguien de buen corazón como el de su esposa. Tenía que ir a ver a su mamá en la semana porque la vida es una rueda de la fortuna y qué tal si mañana ya no está y porqué desperdiciaste el tiempo que pudiste estar con ella chingao?, pudiste haberla disfrutado tanto, darle amor después de tanto amor que te dio ella. Ahora estás sólo y sin ella, añorando poderla abrazar al menos. Estas son las bombas atómicas de la mente. Qué desgastante había sido para él, había tenido que recurrir a antidepresivos y ansiolíticos para bajarle a sus intensidad pero servía a medias, vivía como en un sueño chingao. Ahora no tomaba ningún médicamento, todo se lo bajaba a pelo, a base de no dormir y malos viajes y etc etc. Ya no fumaba, lo había prometido porque su hijo le había dado COVID y porque no quería que su hijo enterrara a su padre después de que éste muriera de Cáncer de pulmón como le pasó a su amigo Ramón quien le contó su anécdota de cómo enterró a su padre que falleció de Cáncer de pulmón por fumar, con lágrimas en los ojos. Qué pendejo sería que a pesar de saber esto, siguiera fumando, qué le diría a su hijo de 9 años en el lecho de su muerte?, hijos mío, no deje de fumar porque no quería, por que me gustaba. Alcánzame el encendedor y ese cigarrito, es el último ahora sí!. Qué banal.
Terminó de leer nuevamente lo que escribía y sentía que aún no llegaba al meollo del asunto. Cuando lo encuentre, se lo voy a compartir a mi suegra, para que ella también se libere; y se puso a reír, sin la cerveza que normalmente tomaría pero que ahora le da ansiedad. Después de la lectura, sólo encontró culpa, arrepentimiento y el anhelo de ser perfecto según parámetros sacados de un libro de la liga de la decencia. Pura moral marchita y castrada, así había sido, todo este mecanismo lo había domesticado, le habían cortado los huevitos, ya no fumaba, no tomaba. Bueno la verdad de eso no se arrepentía, pero sí había dejado muchos sueños y ya no tenía los huevos de cuestionar a Dios, de cuestionar a su entorno, de sentir enojo, esa energía de fuerza. Esas energías las había guardado en el patio trasero, a ver si no le salía una bola en algún lugar, qué paradójico por quinceava vez, morir por ser bueno, más pendejo que bueno. Se dio cuenta que ya estaba escribiendo mamadas, pensó en borrar todo el párrafo pero dijo, que quede como antecedente, como una fé de erratas anacrónicas, que se valida y se anula a sí misma a perpetuidad.
Hoy fue un día particularmente extraño. Desperté muy relajado, dormí de corrido hasta las 7.30 am, eso sin mencionar que Carlo, mi pequeño hijo despertó con tos y yo todo dormido lo forcé sin querer a inhalar de la medicina que nos recetó el doctor. Esto me hizo sentir culpa en cuanto desperté.
Posteriormente preparé el desayuno y le ofrecí disculpas a mi hijo. Después salí en el coche a casa de mi mamá, ahí me empecé a mal viajar pensando en el calentamiento global y en que no tengo trabajo. Me mal viajé mucho. Llegue a casa de mi mama y me dormí como una hora pero con síntomas muy fuertes de ansiedad, como ardor en manos y pies. Fue horrible.
Ya no tanto por la ansiedad, sino por saberme nuevamente ahí, en el infierno y saber que seguiría cayendo en el hoyo. Horrible nuevamente.
Estos procesos son sumamente desgastantes, me agotan y no doy más. Me sentí´totalmente ajeno a la vida como otras veces. Esta vez, lo tomé con calma, como diciendo, así es este desmadre. Así es estar loquito, así es la vida, o ésta es la vida, una serie de sucesos totalmente opuestos a lo que espero pero que tienen un gran valor que no percibo.
Estoy consciente que más allá de mis pedos hermenéuticos, tengo pedos. Soy humano y tengo mis duelos sin resolver, such is life. Eso me tiene que recordar que vivo en el caos y que no puedo aspirar a “ser normal”
Jorge se sintió extrañado al ser llevado por su tío a la cocina. Tenía mucho tiempo que no hablaban a solas, normalmente eran en familia.
Jorge se sentó y escuchó a su tío hablarle que no tenía dinero, de los muchos pendientes financieros pero el evento más perturbador fue que estuvo hospitalizado e intubado, inconsciente durante unos días. Incluso murió pero lo lograron revivir. Lo que más consternó al Jorge de éste relato, fue que su tío le haya dicho que no quería regresar a la vida.
Jorge sintió un malestar en el cuerpo al empezar a escuchar las narraciones de su tío. Pero se mantuvo ecuánime, no se angustió. Se limitó a escuchar con mucha atención y a dar sus comentarios a su tío, cuestionando alternativas para sus deudas y dándole ánimos respecto a la baja de clientes en su negocio. Sin embargo, al día siguiente, Jorge tuvo ansiedad matutina y los días subsecuentes no pudo recuperar la calma.
Esto, sin mencionar el haber visto las cumbres de maltrata totalmente desérticas y quemadas.
Jorge se encontraba en una desolación y pérdida de esperanza profundas.
Interesante era que notaba que la pérdida de esperanza no eran nada más de él; su tío, su amigo Rafa, su mamá, su tía. El común denominador era su familia o amigos muy cercanos. Creía que necesitaba un mindset distinto. Se daba cuenta que ha dedicado una cantidad extrema de tensión, emociones desgastantes, preocupaciones y más. Mismas que no le habían ayudado en nada, era un caos que a veces era insoportable y realmente no le estaba ayudando para tomar decisiones o mejorar su porvenir.
En su mundo de reflexiones, se dio cuenta que necesitaba pensar menos y actuar más. Definitivamente necesitaba una manita y estaba dispuesto a intentarlo con las micro dosis. Eso antes que entrarle a la medicina tradicional.
Otra era que se merecía un poco más de amor a sí mismo, tratarse bien. El mundo y el entorno ya pintaban muy caótico, porqué no procurarse un poco más de amor y cuidado, se lo merecía. El tiempo que durara, realmente no es que necesitara dinero o cosas materiales, sólo calma. Tenía dinero suficiente para cubrirse durante un par de meses más. 5 para ser exactos, de los cuales pretendía empezar a ser productivo en poco tiempo.
El mensaje era ese, confiar en la vida, en Dios con quién empezaba a retomar sus conversaciones y por el otro lado, amarse mucho. Cuidarse y procurarse, darse amor y cariño que le hacía mucha falta. Habían sido jornadas muy desgastantes y pesadas.
Se sentía muy agotado físicamente, le faltaba energía. Estaba quemado y no había podido empezar algo nuevo. Era momento de tomar decisiones y seguir adelante. En resumen, probaría con las micro dosis, a cuidarse mucho y buscar ser productivo poniéndose el primero antes que todo.
Te quiero Jorgito, todo va a estar bien. Descansa mi corazón.
1. Mi paz interior 2. Desarrollar mi misión, creatividad y desarrollo, mi filosofía personal, mi espiritualidad 3. Estar y vivir mi familia ...