Inicialmente este blog era para poder desfogar estas ideas rutinarias, estas consecuencias de la percepción, de la interpretación corrupta y siempre subjetiva, tan discursiva y por lo mismo seductora. Sin embargo, con el tiempo esto se fue volviendo en mi bitácora, mi repertorio de experiencias personales. Una cierta clase de conciencia por escrito. Una almohada donde he llorado desde lo más absurdo hasta lo más trascendental que al final es lo mismo, sólo depende del momento. Este foro se volvió mi bocanada de aire desesperado y mortal. Mi chance de salir a la superficie y de hablar un poco conmigo mismo diciendome que todo pasará, que hay que ser agradecido, que el valor está en los detalles y en lo cotidiano y que el amor es y será el motor de toda acción.
Naturalmente todas esas ideas parten de una necesidad o una crisis y vamos que sí que la he pasado difícil.
Volviendo al inicio o al punto, lo que haya sido primero: ese dulce ejercicio de la palabra que tanto me gustaba, sin querer lo ejercité en otros contextos pero no en los que era mi intención inicial en este blog. Por eso, ahora me gustaría retomar con una breve descripción de los fenómenos que suceden, o vivo o me viven. Sea lo que sea.
Llegué a la conclusíón que la palabra va y viene y que nunca tenemos bases suficientes para una discusión con contextos humanos. Que si la revolución, que si participar en la marcha, que si EPN, que si AMLO, que si eres nini, que eres un esclavo de cuello blanco, que eres un reaccionario auténtico...., vamos, suficientes ideas y tendencias. Al final, vale más la pena hacerle caso al corazón. Ese sí que sabe mandar amigo!, ese sí que sabe mandar!, si te lo diré yo.
Puedo malengañarme con la razón, simulando que pertenezco, simulando que soy, consumiendo dulces hechos de petroleo, diciendo efectivas (a veces) palabras al oido que sólo insuflan aire a ese globo que se llama "ego", afirmando con la cabeza a la estrategia que nos llevará a ser los número uno en ventas en la fábrica. Por un rato, pero llegará el momento o el fenómeno. Una situación que genera esa reacción química o mejor dicho mágica, fantástica y bella aunque duela, en la que habrá una contradicción. Cual perro enloquecido que tira de su amo algo me empujará a eso que no sé ni sabré qué es. Chance me puedo auto engañar suponiendo qué es. Realmente no siento que valga mucho la pena explicar. Ya lo vi y no está tan divertido, es un tema más de ego (al menos para mí, pues al final llega la contradicción con ese perro enloquecido que nuevamente tirará de mí y tirará además mi supuesta irrefutable teoría).
Y he estado en la iluminación absoluta y al otro día, en las cloacas del infierno. Negando el ahora, deseando que llegue un cangrejo gigante y con sus tenazas rojas, brillantes y hermosas como de auto deportivo; destruya todo lo construido. Y al otro día, en lo opuesto: yo soy tú, tú eres yo, la vida que se manifiesta en una respiración. Un parpadeo que dura cien años. La mirada de un animal. La palabra dicha por el niño. Esos pequeños detalles, "Eso" que es efímero y me puede llevar a una realidad alternativa, un mundo lleno de "Eso".
Realmente creo en ambos, en el instinto y en "Eso" que no se puede describir "pero que hace que las cosas sean". Ese Arjé que usaría Heráclito.
De ahí un poco de la integración entre mi lado de luz y de sombra.
Y me doy cuenta que como caballo con querencia, vuelvo a escribir por el camino que no tanto quisiera evitar pero sí quería dejar descansar por un rato.
Bueno, sólo para cerrar, curiosamente aceptar mi dualidad me ha dado más compasión hacia los otros, osea, hacia mí mismo.
Y escribo sin esperar nada del otro, sólo para mí (o eso creo o intento), como diría Rainer Maria Rilke: "¿Qué espera al pedirme que opine o critique sus versos?. Escriba para usted, no para los otros. Sólo en ese momento, su obra será vital, revolucionaria. Lo que escriba para los otros, no será mas que una farsa que busca aceptación de un grupo definido por usted", (palabras más, palabras menos).
Ahora no veo mucho de qué escribir, ya llegará la inspiración y me encontraré nuevamente conmigo mismo en este foro y dejaré (mejor sí dejaré) que salga lo que tenga que salir, desde lo más abstracto hasta lo más absurdo (que en momentos es lo mismo).
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