viernes, 15 de mayo de 2009

Fragancia de conciencia

De Diana / 2005

2:30 am. Mis ojos siguen abiertos, tal vez por inercia, tal vez por el oculto deseo de ver aquello que sólo la noche nos permite ver. Giro mi cuerpo 180 grados para romper el paradigma y por fin conciliar el sueño; mis pies chocan con la cabecera, pero no, no puedo dormir.

3:00 am Sigo el aleteo de mi mente y ya estoy muy lejos, pero un estrepitoso alarido me obliga a regresar… ¡Pero qué pocos webos los tuyos cabrón!...¿será posible que los vecinos discutan también a estas horas obscenas?; los siguientes gritos me confirman que es posible y estaba sucediendo. Mas de una vez he creído que son sólo voces en mi cabeza, pues nadie en esta casa, aparte de mi, se queja de cómo hacen públicos sus problemas maritales, afortunadamente los encuentros matutinos y los saludos obligados, me dicen que no soy esquizofrenica.

4:10 am Según recuerdo, había cerrado los ojos y ya estaba dormida…¡oh ingenuidad!
De pronto me había invadido una sensación de ausencia, de vacío, de que ya no estaba aquí; sentí que pasó una eternidad sobre mis párpados y pronto amanecería, pero no, han sido sólo unos minutos.

4:25 am ¡Carajo! Otra vez pensé que había logrado dormirme. Tal vez cuando pienso que estoy despierta, en realidad estoy dormida y no me he dado cuenta. Tal vez cuando mi conciencia se va, es que estoy saltando al “mundo real”…tal vez todo sea un sueño, tal vez toda mi vida no ha sido mas que una experiencia onírica, peor aún, tal vez yo sea sólo parte del sueño de alguien mas.
Hago un recuentos de mis escasos (pero que a veces parecieran una eternidad) 19 años, y bien podrían ser sólo un sueño, eso al menos explicaría el surrealismo y echarle la culpa a unas cuantas conexiones neuronales sería una salida fácil.

Recuerdo la tarde que he pasado con el “joven ojos de botón”…¿será eso un sueño, una mala jugada de mi inconciente?...sin querer, esbozo una sonrisa…no, eso tiene que ser real.

5:15 am A veces me sorprende la lentitud de ese que se hace llamar “el rey sol”, demasiado arrogante para mi gusto. Mientras tanto miro en mi buró y me encuentro a Jean Paul Sartre, escucho su tímida risa, me guiñe el ojo, intenta seducirme, me invita a que prenda la luz y devore sus letras…¿ se ofenderá el señor Saramago? Francamente no me importa, pero no creo que Sartre sea una buena opción, a estas horas de la mañana es demasiado.
No desiste, me acusa de cobarde y de webona…tiene toda la razón, no me atrevo a aventarme al abismo que sé me espera en su lectura, no quiero enfrentarme a mis demonios, no quiero jugar una partida que sé que perderé, ya estoy derrotada, ya busqué el inexistente sentido, no necesito que alguien me lo recuerde y mucho menos que se burle de mi.
Sartre me mira satisfecho, sabe que aun que no lo lea, su presencia sacude mis cimientos, por eso me cae tan bien Saramago, no se mete conmigo.

6:30 am Aparece por fin el señor (sol, no fue un encuentro divino), me escupe un poco de luz y me incorporo. Siento un dolor punzante en el pecho…¿me dolerá el corazón por haberle arrancado un pedazo? ¿mi cuerpo estará reprochándome que he regalado a Kundera?...no, sé que esta en buenas manos; además noto que cometí la torpeza de acostarme sobre un encendedor y no sentí la molestia hasta ahora que ya tengo una extraña marca en la piel.

6:40 am Me levanto y tropiezo torpemente con una pelota, la misma que me regaló aquel
caballero…¡ qué atrevimiento! Mira que invadir mis pensamientos desde la mañana me parece una descortesía, y temo que tardará mucho en irse, su insolencia no tiene límite.

7:00 am Que noche he pasado, he tenido peores pero sigue siendo molesto, aun que en realidad, los días no se alejan mucho…que vida la mia, pero hay que aceptar que después de 19 años de trato me he tomado un poco de cariño, y me he acostumbrado a no dormir y a esas torturas nocturnas, a esos saltos descontrolados de mi mente, que tantas veces me han llevado a lugares bastante desagradables.

Tal vez debería contarle a alguien de mis extraños viajes nocturnos, aun que no creo que a nadie le importe, no los culpo, pero tal vez contarlo sirva como simple ejercicio de catarsis. Tal vez debería escribirlo…sí, tal vez…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Prioridades

1. Mi paz interior 2. Desarrollar mi misión, creatividad y desarrollo, mi filosofía personal, mi espiritualidad 3. Estar y vivir mi familia ...