Terapia primal de Arthur Janov. Estoy de acuerdo que hay un dolor neurótico que no entendemos y que sólo nos podemos aproximar en su definición; le podemos dar ingenuamente cualquier nombre: celos, angustia, depresión. Esto es el síntoma. Sí creo que la raíz, la enfermedad permanece desconocida, permanece en la oscuridad. El paciente le da una identidad para poder manejarla y de manera simbólica negocia con la enfermedad. Me suena lógico que estas enfermedades se generan como sello de fábrica, durante la gestación, nacimiento y niñez temprana. Venimos en blanco y listos para recibir ese registro, adicionalmente de la predisposición de carácter, lo que hace sensible a que específicas neurosis se graven, dando continuidad. ¿Qué pasa si se puede trabajar con la enfermedad directamente?. Cuál es el medio correcto para trabajarlo?, ¿a dónde lleva ir al orígen de la neurosis?, ¿qué pasa cuando se entran en estas regresiones?. Según Janov, es exitoso. Sin embargo, hay testimonios de una efectividad parcial.
El dolor primigenio.
Más allá del bien y del mal, hay otro nivel de conciencia. Nos daremos cuenta cuando estemos ahí.
miércoles, 18 de agosto de 2010
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