Regresé a la habitación y me senté junto a la ventana, bebiendo y observando a la gente del bar, contemplando a la gente andar por ahí. Bebí con tranquilidad y empecé a pensar de nuevo en agenciarme una pistola y hacerlo de una vez rápidamente sin todo el rollo de la cavilación y la palabrería. Una cuestión de cojones. Me pregunté si tendría suficientes cojones. Acabé la botella y me fui a la cama a dormir.
Bukowsky -
Es como la gran broma de alguien, la broma que deja de ser graciosa para el protagonista. Las ganas de acabar con eso que no tiene sentido y se vuelve angustiante.
Esta es una buena expresión del humor negro "divino".
Me dá mucho gusto expresar en este blogg de un buen amigo, que a pesar del paso del tiempo y las distancias que en muchas ocasiones causan estragos en relaciones de diversos ámbitos, nuestra amistad pero sobre todo nuestras conversaciones siguen siendo como si nos hubiésemos visto ayer y en nada a cambiando esa palabrería con la que charlábamos en los años mosos de la preparatoria, en verdad mi Yorch me dá mucho gusto siempre tener contacto contigo, esperando que en un tiempo no muy lejano podamos degustar de esas bebidas alcoholisadas que ayudan a extrovertir a la gente o al menos un buen cafecito y charlemos a gusto como ya lo habíamos planeado pero por diversas circunstancias hemos tenido que cancelar, un abrazo viejo y un gusto como siempre saludarte.
ResponderEliminarFritz