Su cuerpo tronaba por dentro y por fuera
Venía de un cansancio exacerbado
Cuidando a una familia enferma
Su pecho, atravesado por una daga
Sus pies con sus talones despedazados
Se acordó del aire y la vida
Empezó a respirar
Lo primero que había hecho por sí mismo en un tiempo
Abría los ojos y tenía compromiso con el otro
Evaluado
El miedo de ser defenestrado
De la culpa, como una piedra colgando del cuello
Que pesa pero no mata
Su pecho era una alberca de lágrimas
Su cuerpo y su mente querían partir a las catacumbas
Donde podría estar a la luz de la vela
Con el viento fresco del centro de la tierra
Viendo la luna como un loco
Pero aquí no es así
Aún así las campanas sonaban
Podría ser algo muy malo
Vivía al acecho de la vida
De lo que creía que era la vida
Una guadaña rondando
Un verdugo mirando a los ojos
Todos evitando su mirada
Escapando de la vida
Antes que posara su mirada en él
Y le arrancara el corazón de una mordida sonriente
Cansancio y dolor en los dientes, en las lágrimas
Buscaba placer
Su mente escapaba
E iba a la biblioteca de imágenes
de recuerdos y fantasías
Era un guiño al placer
Un claxón sonaba. Regresar al deber.
A la enfermedad, a cuidar.
Sentía toques en el cerebro, espasmos
Su cuerpo vociferaba
La fuerza luchaba contra la sumisión
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