lunes, 4 de octubre de 2010

Cobardía

Regresé a la habitación y me senté junto a la ventana, bebiendo y observando a la gente del bar, contemplando a la gente andar por ahí. Bebí con tranquilidad y empecé a pensar de nuevo en agenciarme una pistola y hacerlo de una vez rápidamente sin todo el rollo de la cavilación y la palabrería. Una cuestión de cojones. Me pregunté si tendría suficientes cojones. Acabé la botella y me fui a la cama a dormir.

Factotum, Charles Bukowsky -

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