Jorge había amanecido triste. Tuvo sueños del trabajo. Así se había vuelto su proceso donde de sábado para domingo no podía descansar al cien. Se iba preparando para la semana. No quería poner etiquetas a su sensación.
Le llamó la atención que el estar llorando un día antes, si bien le dolía. Sentía que tenía que llorar. Encontraba cierto placer en llorar. Sentía que era como su gran rebeldía.
Nora lo había encaminado a romper con eso, confiaba totalmente en ella, en su experiencia y sentir. Había salido bien de terapia pero hoy sentía un sentimiento también de cansancio. Eso lo hacía sentir triste. Sabía ese patrón.
Chance sólo era cansancio. Chance sólo estás cansado Jorgito y son tantas cosas por hacer.
Pero no había que hacer nada hoy. Sólo sí ir al mercado, llevar al perro a pasear e ir con su mamá a comer. Sentía tristeza, muchas ganas de llorar. Un día antes había sido un día cansado, mucho físicamente. Hizo más de 25 km. Había llorado mucho en terapia y había nadado un poco. En la noche había estado con su hijo ya tarde y se durmió más tarde jugando ajedrez.
Creo que sí había sido mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario