sábado, 29 de junio de 2024

Hallazgo

 El conocimiento en un sistema emocional desequilibrado es una entrada directa al infierno

Sobre la angustia matutina

La mente puede ser la puerta al infierno o al cielo. 

 

Es algo que veía en varias personas, no siempre. En su mamá por ejemplo. 

Es el despertar y sentir que hay algo que hacer, que no se podía quedar quieto, viendo al techo. Es la necesidad de estar produciendo, haciendo algo o dicho de otra forma, la necesidad de no estar de huevón, de no ser responsable. 

Podría él estar haciendo algo, pero acá había un elemento, no tenía muy claro si era culpa, dudas de qué hacer, aburrimiento, vacío, pero no había calma. Había un elemento perturbador. 

Recordaba que cuando trabajaba, también era así, tenía este pendiente de "ahora qué vamos a hacer", de sentir la responsabilidad de mover a la familia, de un compromiso y mover. 

Podía observar ese caos también, un yo que podía llamar el angustiado, con culpa y con la presión de hacer algo, de aprovechar el día. 

Eso era una muestra a escala de la ansiedad que tenía de ponerse a trabajar en lo que fuera. Aún faltaba trabajo por hacer, camino por recorrer. Un día antes, se había sentido muy bien, relajado y tenía que ver que estaba muy descansado. El buen descanso era muy importante.

Le daba también miedo a estar solo. A que su mente le bombardeara de ideas. Era pesado. 

Amanecer con esa sensación y aparte que su mente se desbordara y consciente de esto, evitar momentos solo. 

Tenía eso, miedo a estar solo con sus pensamientos. La gran pregunta era, ¿qué provocaba que su mente se enfocara en eso?, en pensamientos negativos, culpas, juicios, que evocara estos yo's y que se agolparan en la puerta tratando todos de hacerse oir. ¿por qué no otra clase de pensamientos?. Lo atribuía un poco a su sensación del cuerpo y al cansancio aunque ésta vez no estaba cansado. 

Sabía que era así, que tenía que vivir con eso. Sentía que tenía que hacer algo sino podría ser rechazado sino hasta desaparecer. Esos pensamientos catastróficos era lo que lo hacía tener miedo, lo que lo hacía huir del presente, del estar solo. 

Sentía la necesidad de recurrir a sus pensamientos para salir de esa sensación, de la incertidumbre, del miedo. Pero sabía que eso era una moneda en el aire pues para eso, tenía que meterse en el tema que le daba miedo y salía más consternado de lo que podía pasar, hasta que de manera extraña encontrara un razonamiento, a veces un poco irracional y fuera aceptado por una parte de él que dijera "va, estamos tranquilos entonces". Era como si se presionara un botón. 

Se daba cuenta que entrar en esa dinámica era aleatorio y desgastante, había veces que hasta las 4-5 de la tarde llegaba a esa calma. Quería dejar la mente en paz de una vez por todas. 

Quería ya asimilar el miedo y la culpa y todo eso y seguir. Pero no era fácil.

viernes, 28 de junio de 2024

Hallazgo

Pieza clave de mi tipo de personalidad: Busca entender para tener el control. 

Es sano entender pero cuando es algo que inquieta, la mente desarma todo ese aparato. Ahora entiendo mis textos tratando de desmenuzar y entender hasta el último detalle.

Sobre observar el infierno

He he dado cuenta que cuando no duermo bien, algo pasa en mi cuerpo, se vuelve ansioso, me siento obviamente cansado, mi cuerpo es pesado. Cuando estoy quieto siento placer de descanso. Me he dado cuenta que antes de dormir y hay cansancio, hay una sensación placentera que induce al sueño rápido. Muy distinto de levantarse con cansancio, aparte que requiere más energía, puede haber malestar-casi dolor. 

Ese estado físico, que puede ser más habitual de lo esperado, me lleva a disparar mi mente de manera compulsiva. Es muy difícil controlarla. Pero me pregunto, ¿por qué no sólo se manifiesta cansancio y voy a descansar?. Al contrario, se manifiestan unos yo's o pensamientos imparables que exigen la productividad. Es eso, no sólo es que la mente se me dispara sino que también me activo, me pongo a hacer cosas y no paro, me canso más y el día se vuelve un infierno. 

Me doy cuenta por lo tanto que me engancho con alguna manifestación de mi mente y no me doy lo que necesito (si es posible dármelo), que es descanso.

Además de prever y procurar dormir a buena hora. 

Veo que los yo's que emergen en esos momentos de cansancio y que son mis personajes que me consumen también mucha energía pues son derivados de procesos mentales:

- Yo juez: Es ira y enojo reprimido, como el berrinche de un niño que tiene sueño. Pero empieza a disparar hacia todos lados pero dentro de mí, hiriendo todo lo que hago

- Yo miedo: Pensamiento catastrófico, pensar que no voy a poder. Baja capacidad para salir adelante, la vida, el fenómeno, X situación acabará conmigo. Incapacidad e indefensión

- Yo culpa: Muy relacionado con los dos anteriores. No ser suficiente, expectativas incumplibles

Pensaba que mi situación era muy desafortunada pero me di cuenta que es mi perfil. Que siempre he sido así, desde niño. Juzgar a una bugambilia porque dar flores y no tiene un tronco sino que es un arbusto es injusto pues así es su naturaleza. 

Pero es muy valioso poder verlo y soltarlo. Descansar primeramente y canalizar a otro lado.

Porque esos yo's no son exclusivos del cansancio. Aparecen también en otros momentos, los estoy registrando. Por ejemplo, ayer, dormí muy bien pero estaba solo y son momentos que me dan mucho miedo, porque emergen estos amigos y empiezan a tirar duro contra mí. 

El otro día estaba un poco cansado, no pude dormir nuevamente. Ese es un inconveniente, tengo que dormir a buena hora y despertar a buena hora de lo contrario es difícil dormir en el día. Me fui a nadar y fue un infierno, la mente no cesaba, distintos yo's, emociones y culpas. Fue un infierno, han habido peores. Pero fue un verdadero infierno, un infierno que además estaba dentro de mí. 

De repente tomé conciencia, algo así como: "es impresionante toda la película que estoy viendo". Hacer ese "zoom out" me ayudó a ver el infierno que estaba viviendo y se me hizo caotico, como la naturaleza, como el universo. Así tan sin orden y destructivo, como un incendio descontrolado, como el agua cayendo en una cascada, como una avalancha.  De cierta forma, pude ver una belleza, como la de un tornado, una erupción. Aún no puedo describir porque no es algo placentero, sólo fue interesante poder observar el vórtice del huracán. 

No quiero manifestar un gusto o placer, sólo que poderlo observar fue para mi fue como observar un fenómeno natural tremendo. Quedar sorprendido del fenómeno. Es difícil usar palabras. 

Lo puedo resumir como observar el infierno. Donde te puedes quemar en él, verlo desde fuera y verlo desde dentro, quemándote. Porque verlo, no implica que se vaya.

Creo que aquí es donde entra la conciencia. Ayer trataba de explicarle a Joaco que no se trata de entender, sí se trata de sentir (que es algo muy importante) pero que va de un observar sin huir sin darse a la fuga, estando en otro lado por ejemplo. Ausencia. Sino de sólo observar, sensaciones, pensamientos. El silencio en el silencio. Lo inefable, el paso a la conciencia. 

martes, 25 de junio de 2024

Sobre la culpa

Particularmente la culpa es un delirio característico de mi personalidad. Ha sido todo un reto, porque no es solo la culpa sino el sistema detrás. 

¿Cuándo se siente culpa?: Cuando no se cumple una expectativa o se falta a la expectativa. Ejemplo sencillo, no robarás y robas, pues hay una culpa por haber transgredido. 

La expectativa o referente o valor o límite es la línea entre lo bueno y malo y lo malo implica culpa. 

El punto acá es, ¿cuál es mi referente o expectativa?. Tengo muchas: ser un buen padre, buen hijo, hermano, ser humano, ser un buen esposo. 

Si vemos en general, el tener expectativas ya es un tema. El segundo punto es que mis expectativas son de todos lados (Familia, social, trabajo, etc). Y el tercero y más cabrón, es que mi expectativa es ser un santo. Ser perfecto.

Eso me lleva a ver todo lo que no sale de la manera esperada para cada rol que cumplir. Se vuelve un catálogo de retos no cumplidos. Estaría bien que ahí quedara, pero no es así. El cuarto punto es las consecuencias de lo que no cumplí, por ejemplo: que mi madre algún día no estará y no fui un buen hijo, no aproveché el tiempo para hacerla feliz. No darle a mi familia la calma de un ingreso económico estable y ser responsable de su incertidumbre, no cumplir con mi rol de proveedor y dar calma a la familia, cueste lo que cueste. No ser un buen padre, así sucesivamente. Esos al menos son mis 80/20 de mis culpas, puedo añadir más pero menos frecuentes: ser un mal amigo, no contribuir a cuidar el planeta, no poder hacerme cargo de más perros o contribuir a cuidar a los animales (comiendo carne, por ejemplo), no hacer algo por el planeta como irme a sembrar árboles. Igualmente conmigo, no seguir mis sueños, sentir que no avanzo, etc.

Retomando, porque como diría Krishnamurti, las asunciones son superficiales, realmente no nos damos el tiempo de discernir, analizar; existe una expectativa, se cumple o no, luego viene la culpa. 

Importante mencionar que de la culpa viene un fenómeno como consecuencia que es la castración creativa. Ya no se es capaz de correr riesgos, intentar cosas nuevas en ciertos contextos ya que se cometerá un error por default que implicará culpa. Despiadada y cruel, se ejecutará con un juicio implacable e inflexible pues no hay una tolerancia ni consideración. El error, desviación es total y se tiene que eliminar de cero. 

La expectativa es inalcanzable, es perfección. Eso lleva a que yo, en este caso, siempre caiga en desviación y culpa. Desacreditando mi esfuerzo, bajando mi auto estima y cayendo en posibles cuadros de depresión.

Pero creo que el tema se está empezando a ramificar, empecemos por partes:

Expectativa

¿Quién y cómo se define la expectativa?, creo que esto tiene que ir antes porque si la expectativa no se cumple, pues ya. Pero la expectativa, si es de alguien más, ¿por qué tendría que ser mía?.  ¿Qué razón hay para que la expectativa sea mía?. Creo que es importante tener muy clara la expectativa. 

¿Qué peso tiene la expectativa?, en mi caso, el cumplir con lo que esperan de mí. No decepcionar o incluso peor, no causar sufrimiento. 

Mi terapeuta me dice que yo no soy responsable de lo que siente o piensan los otros. Tiene razón pero aún no lo comprendo en mi ser. Lo entiendo, pero no lo asimilo. 

Tristemente también es darme cuenta que la expectativa es lo que creo que el otro espera de mí, cuando realmente no espera eso. 

Dicho de otra forma, no soy responsable de lo que otros sientan de mis actos y no puedo hacerme responsable de sus expectativas o de lo que yo creo que esperan de mí.

Hay una variante en el tema de la expectativa y es lo que yo espero. No los otros. Lo que yo creo que debe ser un buen padre, hermano, hijo, pareja, etc. Así lo pida la otredad o no. 

Creo que acá la regla es que no deje de verme a mí mismo, de ser un buen ser humano hacia mí mismo por que al final acabo olvidándome de mí mismo. 

Es interesante porque no acabo de alcanzar el límite de expectativas a mí mismo. Me lleva a pensar que lo opuesto a la desaprobación del otro y el sufrimiento generado, es el reconocimiento. ¿Qué es lo que espero?: ¿el sufrimiento del otro o el reconocimiento del otro?. El sufrimiento no me incumbe, tomando como premisa lo que mencionaba antes pero el reconocimiento sí. Chance este tema es más egoísta de lo que pensaba.  

Me queda claro que en una dinámica de baja autoestima, el reconocimiento es oro molido. Es nuevamente, aspirar a la santidad.

¿Es esto debido a una baja autoestima?, ¿a que dependo del entorno para definir mi valor? , ¿a que yo no soy capaz de reconocerme y saber el gran valor que tengo?

No cumplir la expectativa = Error o desviación

Pienso que el error es algo necesario para poder progresar. Ayer desperté con una culpa muy fuerte por lo que pasó con mi trabajo en Daimler, me corrieron y esa es la realidad. Hice una lista de muchas razones que no aceptaba, todo se resume en que no quería estar lejos de mi familia y que dado mi proceso personal, me costaba mucho estar solo. De ahí se derivan un montón de irregularidades de la empresa, pero creo que pude haber manejado de otra forma los temas. No sé, aún estoy incierto con eso porque la empresa tenía muchas irregularidades. El hecho es que me sentía muy culpable, triste, decepcionado y arrepentido por lo que pude haber hecho. Al final, mi conclusión fue "ok, cometí un error, me hizo falta manejar las cosas de otra forma". Eso me hizo sentir muy mal, a pesar de tratar de verlo como un aprendizaje, etc. 

Después recordé grandes errores de gente arriba de mí, en Daimler, el director se estaba divorciando y no lo estaba pasando bien. Fue muy honesto y valioso que lo compartiera y externara cómo se sentía. El también cometió algún error, puesto que no quería divorciarse, aparentemente su mujer le pidió el divorcio. Lo pasó mal varios meses. Creo que un tema de divorcio es duro, es fragmentar a tu familia. Considero que si es necesario, hay que hacerlo pero creo que hay muchos medios previos a esa decisión. 

Él, un hombre exitoso, uno entre mucha gente. Cometió un error. Así otros grandes, cometen grandes errores. No por falta de estrategia, sino porque son humanos, no son perfectos y no se conocen. Estos errores les ayudan a conocerse. 

Me satisface este razonamiento, que podría resumir como "el error es humano y el humano no es perfecto. El error es relativo puesto que puede servir para mejorar un proceso, luego entonces, el error es necesario para la mejora y para conocer los límites del sistema". 

El error no se llevará a cabo si no se intenta algo nuevo o si no se hace lo que se tiene que hacer (vs lo que se debe hacer). 

Conclusiones:

Esto lo estoy escribiendo un par de días después por que me quedé reflexivo respecto a ¿qué es lo que me impacta más?, ¿el reconocimiento por cumplir la expectativa o el sufrimiento que puedo causar por no hacerla?

Creo que el sufrimiento sin lugar a dudas me mueve, pienso en mi mamá. Pienso en que no puede o no va a poder sobrellevar, que no tiene necesidad. Pienso en Perli que no tienen necesidad de tener un esposo sin trabajo y que está resolviendo su camino con mucho esfuerzo. No tienen necesidad de eso. Creo que esa narrativa genera mucha culpa y es peligrosa por que puede derivar en que la mejor forma de evitar ese sufrimiento es no estando. Insisto, es peligroso.

Por el otro lado, pienso que son mochilas, cargas que no son mías. ¿Qué pasa si a ellas no les importa lo que me pase pues confían en mí?. Igualmente, no puedo controlar eso porque es lo que ellas piensan, no lo puedo controlar. Aunque tengo mucha certeza que es así, que puede haber preocupación en ellas y viene también de no verme capaz. En el caso de mi mamá, porque venimos de una historia familiar muy fuerte, un miedo a que alguien tome una decisión de muerte ante la incapacidad de abordar un reto. Entiendo su inquietud y creo que también hay que dejar que las cosas pasen no sin acompañar, dando confianza, dando apoyo, recordando que la vida es un proceso y son aprendizajes y que todo está bien. Tampoco es de abandonar a la persona, es recordarlo quién es, aterrizarla de su posible mal viaje. Pero no va de transmitir miedos, de creer que no es capaz. Creo que en este ejemplo, mi mamá, tiene que soltar y confiar y transmitir esa idea a mí o al menos soltar pero no es tan sencillo.

Perli creo que lo maneja de otra forma, ella lo maneja desde la confianza, de transmitir la confianza, de decir que eres capaz y lo vas a lograr. Inténtalo. Se puede preocupar pero creo que le preocupa más, el ver que no pueda creer en mí. Gran diferencia.

Gran diferencia pero muy razonable, pues son distintas historias y por mi parte no puedo cambiar a mi  mamá por ejemplo. Lo mejor que puedo hacer por ella es trabajar en mí mismo. 

Mi papá por ejemplo, me transmite calma, me dice que soy alguien de muy alto nivel y que pronto estaré bien. Que descanse, no me preocupa si lo preocupo, el tiene una experiencia de vida distinta. 

Concluyendo, creo que no puedo ni debo enfocarme en el sufrimiento ni expectativa ajena. Puedo sólo transmitir calma a mi mamá en este caso y no puedo hacerme responsable de que sí se calme. Lo mejor que puedo hacer es conocerme y proceder con calma para mí. 

Este tema veo por lo tanto que sí me mueve. Sobre todo con mi mamá y con Perli. Y además conmigo mismo, porque traigo como objetivo el no preocupar pero en los procesos de cambio, hay una crisis y movimientos. 

Ahora paso al reconocimiento. Creo que no, realmente lo que me pega es el sufrimiento. El reconocimiento creo que sí es importante, pero me duele y me pega más a la culpa el sufrimiento. 

Pienso en la gente, ¿qué van a decir que no tengo trabajo?, sí me pesa. La cagué o lo que sea y ahora estoy en el vacío. Sí me pesa también porque cuando hablo de eso, me averguenzo un poco. Incluso evito un poco los eventos sociales, pasa el tiempo y me siento como "aún sigo sin trabajo". Está medio cabrón. Siento que no he avanzado, me siento evaluado de forma negativa. Eso me hace ver la gran importancia que le doy al exterior, a la opinión de los otros mejor dicho a lo que creo que los otros piensan porque les da igual, hablo con gente y no me preguntan como voy o algo así. Es una situación que le pasa a una persona y adiós. Realmente no vale la pena estar invirtiendo energía.

Sin embargo, ambas situaciones me mueven, tanto el sufrimiento, es algo más allá de las palabras pero lo puedo ver y tengo que soltarlo cuando aparezca. El otro caso, igual, ambos temas no son míos pero los tengo bien arraigados, la verdad es que es también mi tipo de personalidad. 

Ayer en cuarto camino hablabamos de los tipos de personalidad y cómo utilizarlos y es cierto, no he apalancado en lo que conozco. Soy propenso a la culpa en general, más allá de mis ideas y pensamientos y sensaciones. Lo mejor que puedo hacer, es irme al 9 y confiar, soltar, regresar al ahora. Los temas definitivamente no son míos, no puedo ni siquiera transmitir confianza, osea ser responsable de eso. 

La cabeza no es mi fuerte.

Miedo

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