Hola Carlito, mi niño, te dejo un poco de mis insights, mis interpretaciones, para algún momento, para que sobre todo, seas compasivo contigo mismo, para que sepas que la vida es caótica, no sé si bella o no bella, pero sí creo que depende más de cómo percibimos e interpretamos nuestro mundo, tanto interior como exterior.
A veces, siento que he vivido mucho, demasiado tiempo. Sobre todo en mi cabeza, han sido tantas las escenas y situaciones que he vivido en mi mundo mental y a la vez me siento tan en blanco, como nuevo, escéptico de mi actuar y de mi pensar.
Estoy convencido que nuestro hardware, nuestro cuerpo tiene mucho que ver en quienes somos, estoy seguro también que la familia, la escuela y la sociedad tiene otro porcentaje muy importante en definirnos. Creo que entre ambas variables tenemos el 95% de nuestra personalidad.
El el cuerpo me refiero a nuestro carácter, lo que ya traemos instalado desde nacimiento, chance por herencia. En mi caso, me identifico mucho con el tipo de personalidad mental, con mucha energía en el cuerpo, a tal grado de sentirlo como miedo. Esta sensación que Claudio Naranjo renombra no como miedo sino como ansiedad intensa, la canalizo en momentos con comentarios absurdos, con mente revolucionada en pensamientos sin sentido pero eventualmente enfocados en tragedias. Ese soy yo, en este caso y con éste texto, busco describir un escenario, el mío ya que esto me ayuda y espero te ayude o ayude a alguien más a ser empático y sobre todo compasivo consigo mismo, por que así como yo tengo estas características, hay todas las opuestas y nos llevan a ignorar nuestras características y las de los demás.
Uno de mis ejes centrales, como puedes ver, es el ser compasivo con uno mismo. En éste camino a Itaca, caí en procesos de autoexigencia depredadora, no sé de dónde salió. Sé que no soy el único, sé que hay mucha gente que está en la misma situación, todos estamos cayendo como en el juego de escaleras y serpientes, en tomar medicamentos (mismos que ya estoy a un par de semanas de dejar después de más de un año de estar bajo el control de esto). La sociedad actual está cayendo en dinámicas que la psicología actual no está manejando de manera tan sencilla, el camino más moderado es a través de medicina. Estamos en una época por lo tanto, de incertidumbre y potencial creativo, porque o te dejas llevar por el miedo y el terror, por lo tanto caes en la medicina o intentas algo nuevo pero con una nueva carga de valentía, de huevos bien puestos para crear un nuevo referente. Tú referente, no lo que digan las redes, lo que digan los 5 tips para volverte más seguro o lo que sea, volverte tú referente. Esa probablemente sea la nueva Itaca, al menos para mí, ahora es mi Itaca. ¿Cuál es la tuya ahora mi niño?
Ya no se trata de tener, ya no se trata de enloquecer con el placer, por el canal que cada quien lo viva. Ya no es el hedonismo el medio. No tengo muy claro qué es, pero sí sé qué no es. Creo que se trata de una dinámica de salud para el cuerpo, y no sólo es comer o no estar gordo o eso, es comer sano, sin procesados. Es respirar profundo, pero no respirar mecánicamente, es respirar profundamente y orgánicamente, sin pensarlo. Es sentir placer en el cuerpo, al caminar, al estar sentado, al hacer ejercicio, ante el dolor incluso, como cuando me torcí el pie en el flex zone, te acuerdas cómo grité cuando me lastimé?. Fue extraño, le comenté a tu mamá que sentí placer después del dolor desbordado, puede que hayan sido las endorfinas pero el dolor se me fue y sentí una lividez, como una pluma flotando. Lo disfruté mucho aunque el pico del dolor segundos antes, haya sido insoportable.
Retomando lo sano, también es dormir, pero no dormir soñando con el trabajo de manera desgastante, es despertar con energía, con emoción y sintiendo el cuerpo como un río potente dispuesto a avanzar cientos de kilometros hasta el mar, imparable, con su voz suave pero constante. Y sobre todo, es ser conciente y objetivo con los pensamientos. El mundo exterior es un espejo del mundo interior, igual si estamos sentados en una braza infernal puede ser un paraíso que si estamos entre algodones y vibraciones celestiales, puede ser un infierno. Depende de nuestros pensamientos y mucho de la condición y equilibrio de nuestro cuerpo.
Podemos tener una mente equilibrada pero un cuerpo cansado, con hambre y dolor, consecuencia de descuidarnos, de lucha interna, multiplica el infierno por mil. Podemos estar en las mismas condiciones pero si buscamos estar saciados, descansados, nos va a ayudar.
Y aún así hijo, sin la esperanza que leas esto y siendo esto también un crisol donde puedo desmenuzar mis ideas, creo que la vida eventualmente nos puede poner situaciones que nos ayudarán a aprender y ser felices. Pero también habrán situaciones que honestamente, no sé cómo puede manejar la gente.
Acá viene algo que no sé si vaya a dejar en éste texto, pero creo que la vida puede llegar a ser abominable. Sí creo que para unas minorías, no para siempre, chance por un rato pero pueden llegar a darse situaciones muy desagradables y tristes. Importante, dada mi tipo de personalidad, la energía en mi cuerpo, soy más susceptible a estar al pendiente de éstas situaciones y enfocar atención en el tratar de entender el porqué. Porqué el sufrimiento y muerte de inocentes. Tampoco quiero entrar en monólogos describiendo situaciones penosas pero sí creo que hay un factor, no sé de suerte o qué. Quien nace en cuna de oro y vive con amor y cariño, y quien nace en pobreza y vive con amor y cariño y todas sus otras variantes. Cuál dominará más a la humanidad?. Al menos por la calidad de los bosques, la responsabilidad con sus deberes sociales por ejemplo, y la empatía con los otros, me da la impresión que falta, o no?. O estamos en el caos pero es ordenado y es como debería ser?.
Estoy cayendo ya en el laberinto racional, algo muy típico en mi pensamiento cuando empiezo a desarrollar ideas. Creo que es suficiente por hoy.
Mejor cambio el titulo a esto, en vez de haberle puesto Memorias para mi hijo, le voy a poner memorias para mí mismo. No espero que esto sea un referente para nadie más que para mí.